miércoles, 19 de agosto de 2009

Incoherencias que espantan (y duelen)

Tengo comprobado que una de las mejores formas de conocer un país que no es el tuyo es escuchando las historias de sus ciudadanos. Da igual el tema del que hablen y si compartes o no su opinión, muchas veces vienen a corroborar estereotipos y otras tantas, a destrozarlos. Por eso ayer me entretuve con una vecina que intentaba convencerme de lo innecesaria que es la reforma del sistema sanitario en EEUU.
Ella miraba la FOX en el gimnasio cuando se gira hacia mi y me pregunta: “¿Cuánto tardáis en España en conseguir que os hagan una radiografía del pecho?”. Yo le dije que no tenía ni idea, y que suponía que dependería de la urgencia del caso, a lo que contestó: “Yo te lo digo. Semanas, incluso meses. Aquí la tienes para el día siguiente, incluso para ese mismo momento. La reforma que propone Obama es una locura, el americano no sabe esperar. Si necesitamos algo, lo queremos ya, el sistema de Europa no funcionaría. Además, yo trabajo en un hospital y conozco europeos o canadienses que vienen a EEUU a tratarse. ¿Por qué vienen si su sistema es tan bueno?”. Entonces le digo que esos tratamientos tan buenos esquivan a 50 millones de personas, y que habría que buscar la forma de que esa gente tenga algún tipo de cobertura. “La mayoría son inmigrantes ilegales que ni siquiera deberían estar aquí. Colapsan nuestras salas de urgencias porque las utilizan como si fuera su médico de cabecera ya que allí no se le puede negar la asistencia a nadie”, contesta demostrando una falta de entendimiento de la situación que espanta y al mismo tiempo descalifica cualquier cosa que pueda decir. Pero como el tema es tan espinoso, me contengo y la dejo que hable. No le digo que esa simplificación, además de falsa, es absurda. No le cuento que en este país no hay ni un solo “autóctono”, y que se levantó pura y exclusivamente con inmigrantes. Evito preguntarle por qué los primeros 250 millones de inmigrantes y sus descendientes tienen derecho a vivir aquí y los siguientes 50 no. Solo dejo que hable, convencida como está de que le estoy dando la razón y que me creo algo de todo lo que dice.
Al final, me cuenta que los jubilados nunca dejarán que les toquen el Medicare, que por cierto, deja sin cobertura al 60% de los estadounidenses pobres. “Tienen el mejor sistema de todos porque se los cubre el Gobierno. Es lo mejor que pueden tener, nunca permitirán que se lo quiten”. Y yo que me pensaba que eso es exactamente lo que proponía Obama para el resto de la población. Qué lástima no haber podido discutir con ella.

1 comentario:

Johnny Tumblepop dijo...

¿Por qué no le comentaste el tema del precio de las medicinas y los bloqueos a los medicamentos genéricos?