jueves, 22 de enero de 2009

Viaje a Texas

El pasado fin de semana, que era puente en Estados Unidos; Monti, Xabi y yo nos fuimos a conocer Texas. La idea era descubrir la América profunda y lo cumplimos sólo a medias. Por un lado, durante cuatro días no hablamos en español más que entre nosotros, y en cambio practicamos más el inglés que en cuatro meses en Miami. Nos sorprendió ver que la gente era totalmente distinta, sobre todo en Austin, que quizás por ser una ciudad universitaria estaba llena de gente joven que incluso se nos acercaba al ver que éramos extranjeros. Sí que vimos a los típicos texanos con su gorro vaquero, sus botas y sus enormes camionetas; pero en cambio nos quedamos con ganas de ver más carreteras en mal estado y desiertos.
El trayecto del viaje fue el siguiente: el viernes después del trabajo Nacho (otro compañero) nos llevó al aeropuerto de Miami desde donde volamos a Houston. Allí aterrizamos pasadas las 8 de la tarde y, tras recoger el coche que habíamos alquilado, nos fuimos directo al hotel para dormir porque estábamos muy cansados. Al día siguiente nos levantamos muy pronto para desayunar e irnos a conocer el centro de Houston, que es básicamente lo único que tiene la ciudad para visitar (según nos habían dicho).



Yo, con los rascacielos de fondo.
Con Monti en pleno downtown.

De ahí salimos para San Antonio, donde debíamos reunirnos con Asier y Sergio, becarios ICEX de Chicago. De camino Monti tuvo la brillante idea de desviarnos para visitar el Canyon Lake, que en el GPS parecía muy grande pero cuando llegamos estaba cerrado y además no tenía nada atractivo. Fue la gran cagada del viaje, pese a que se niegue a reconocerlo.


Con Monti y las “espectaculares” vistas del Canyon Lake.


San Antonio fue quizás la ciudad que más me gustó, ya que de Austin lo mejor es la gente y el ambiente. Pero como ciudad, San Antonio es la más interesante de ver. Además del Álamo, cuenta con algunas iglesias fundadas por las misiones jesuitas hace algunos siglos, y un paseo junto al río (el riverwalk) muy bonito.

Paseando por el centro de San Antonio.
Yo en El Álamo.
En el riverwalk, y yo dando la nota sin gorro de vaquero.
En la iglesia de una misión jesuita.
El domingo temprano nos fuimos para Austin, pero decidimos hacer algunas paradas de camino. Primero nos detuvimos en un pueblo cuyo nombre no recuerdo y que no era gran cosa, para después ir a Lockhart, la capital de Texas de la barbacoa y por tanto, y según los americanos, la capital del mundo de esa comida. El pueblo nos encantó a todos por lo auténtico que era. Estaba desierto, y si las calles no hubieran estado pavimentadas nos hubiésemos sentido en una película del Oeste.

Una calle de Lockhart.

Y por la tarde llegamos a Austin, sede de la Universidad de Texas y capital del Estado. Quizás lo más bonito desde el punto de vista turístico fuera el Capitolio. Después nos fuimos a un puente de donde llegan a salir 1.500.000 murciélagos cuando se pone el sol. Claro que eso es en verano, así que después de pasar dos horas mirando al puente, conseguimos ver tan “genial espectáculo” (menos Xabi, que estaba por ahí haciendo fotos y llegó para el tramo final). No sé cuántos habrán sido ni quiénes contarán estas cosas, pero desde luego no era para tanto. Imagino que en verano sí tiene que ser impresionante.

Yo de espaldas, mirando al Capitolio.

El Capitolio.

El muelle desde el que vimos los murciélagos.

Cenando en Austin, antes de ir a conocer los bares de la capital mundial de la música en directo.

Y el lunes hicimos nuestro mayor esfuerzo del viaje para madrugar y salir hacia Dallas, de donde salía nuestro avión. Mención especial para Xabi, que al final fue el único conductor del viaje y aguantó como un campeón ese último trayecto mientras Monti y yo dormíamos. En Dallas pudimos ver el downtown, que es bastante espectacular. Pero sobre todo íbamos para ver el sitio donde asesinaron a Kennedy.

Desde la segunda ventana de la derecha, empezando por arriba, Lee Harvey Oswald supuestamente disparó a JFK.


Y ya nos fuimos para el aeropuerto, de donde volamos a Miami con escala en Houston. Así que al final nos dio tiempo a hacer todo lo que queríamos y pudimos ver las cuatro ciudades más importantes del Estado. Y ya no creo que vuelva para el Oeste hasta las ferias de Los Ángeles y San Francisco (si me las aprueban), aunque en Austin comenzó a gestarse una quedada de todos los becarios de Estados Unidos en Las Vegas. A ver si nos organizamos…

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