Cuando me pongo a ver una película no busco otra cosa que pasar un rato agradable. Si al terminar el filme siento que he estado entretenido la sensación que me queda es buena, y entonces digo que me ha gustado. Pero algunas películas no terminan cuando en la pantalla aparece la palabra “Fin” ni cuando se encienden las luces de la sala del cine, y ayer me crucé con una de ellas. Son esas películas que te dejan pensando, con curiosidad por saber más de lo que has visto, con alguna reflexión o un aprendizaje dando vueltas en la cabeza.
Con uno de mis compañeros de piso decidimos ver “Camino”, atraídos por la cantidad de Goyas que había ganado hace unas semanas. La película cuenta la historia de una niña criada en el seno de una familia del Opus Dei a la que se le detecta un tumor en la columna. Al mismo tiempo que enferma Camino se enamora, enfrentándose por primera vez en su vida al amor y a la muerte. Como dice la sinopsis, “Camino es, sobre todo, una luz brillante capaz de atravesar todas y cada una de las tenebrosas puertas que se van cerrando ante ella y que pretenden inútilmente sumir en la oscuridad su deseo de vivir, amar y sentirse definitivamente feliz”.
La historia está basada en hechos reales, concretamente en la historia de Alexia González-Barros, entremezclados con otras historias de personajes que vivieron el sufrimiento como un regalo de Dios. Y ha generado mucha polémica, como suele pasar cada vez que se habla del Opus Dei y porque la familia se ha desentendido de la historia argumentando que no refleja lo que le sucedió a Alexia. Pero al margen de que esto sea verdad o no (personalmente, creo que el director Fesser exageró un poco, sobre todo en el retrato de la madre), creo que el filme es muy bueno, pero como no me considero capacitado para valorar su calidad cinematográfica, sobre todo lo recomiendo porque te hace pensar y porque es la lección más importante que me ha dado nadie en mucho tiempo. Aunque se trate de un personaje real solo en parte. Aunque tuviera sólo 14 años. Incluso aunque pensara de una forma que soy completamente incapaz de comprender.
Las 20 diferencias Sanz-Macri (entrega 2 de 5)
Hace 9 años
1 comentario:
Yo desde que vi esa obra maestra del cine de humor español que es "El milagro de P. Tinto" estoy enamorado de la forma de hacer cine y esa estética de Fesser, aparte de que su hermano y su compañero de radio, son los que me empujaron a estudiar Periodismo. Pero no he visto esta película más que nada, porque me da miedo el cambio de registro de la comedia al drama, pero tengo que verla.
Publicar un comentario