Siempre soñé con conocer Estados Unidos. Los rascacielos iluminados por la noche, con el río por delante era la imagen que tenía en mi cabeza. Me preguntaba cómo sería salir de trabajar, coger la mano gigante de tu equipo e ir a ver un partido de la NBA, comparse un perrito caliente y hacer ruido con los aplaudidores cuando el rival iba a lanzar un tiro libre. Y regresar a casa y poner las noticias para ver los demás resultados.
El primer sueño lo cumplí hace mes y medio, cuando llegué a Miami. Y anoche, el segundo se hizo realidad. Fue mi debut en la NBA (porque pienso ir todo lo que pueda), y fue de todo menos decepcionante. Desde el momento que atravesé la puerta del American Airlines Arena me llené de emociones. Me acordé de las retransmisiones de ESPN con Álvaro Martín como narrador, cuando llegaba de entrenarme, me duchaba y era feliz sintonizando la tele. Tenía entonces 14 ó 15 años, pero soñaba con esto desde mucho antes. Sentí que por fin estaba viendo en directo todas aquellas imágenes que llenaron mi adolescencia y que pensaba nunca vería.
Yo, escéptico por naturaleza, pesimista las más de las veces, ayer me di cuenta que los sueños sí se hacen realidad. Ayer, con un simple partido de baloncesto, entendí dónde estoy y hasta dónde he llegado. Hoy sí soy feliz.
2 comentarios:
jajaja ostias gitana que americanos, manaza, patatas fritas, aplaudidores...jajaja que guapo, por cierto, el crack de la noche tu colega con la camiseta de España, sí señor. Por cierto una duda, Sergio Rodríguez es el español que no juega mucho y que ayer jugó más minutos que casi en to la temporada???
MOHO
¿Cómo estuvieron los españoles rivales de los Heat, jugo también Rudy? Que envidiaca!!!
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