miércoles, 22 de octubre de 2008

The history-making

“Y si estáis a mi lado, os prometo: ganaremos en Florida, ganaremos estas elecciones; y entonces vosotros y yo, juntos, cambiaremos este país y cambiaremos este mundo. Gracias, que Dios os bendiga, que Dios bendiga América”. Y las más de 30.000 personas que se acercaron al Bicentennial Park se vuelven locas. Aplauden, gritan. “Martin Luther King, you are looking at the dream”, corea un joven negro que no debe superar la treintena. Un poco más allá, una niña que resalta sobre la multitud por estar en los hombros de su padre, sostiene una pancarta que reza “Obama rules”. Unas horas antes, en la cola para entrar al mitin, otra mujer negra describe el paisaje: “Aquí estamos todos juntos. Negros, blancos, hispanos. Esto es increíble hermano”. Así es Obama, capaz de reunir a una multitud multiétnica y de todas las edades como si de una estrella del rock se tratara. Capaz de emocionar hasta el extremo por su cercanía y la profundidad de sus discursos, y por eso va a ganar estas elecciones.
Mientras McCain y Palin se dedican a vincular a su rival, mediante la táctica de los seis grados de separación, con terroristas; él se limita a explicar sus propuestas. No le importa que el candidato republicano lo acuse de socialista, que en Estados Unidos es casi como ser comunista. Él se dedica a explicar sus propuestas y centra su discurso en lo que realmente le importa a la gente: la sanidad pública, las infraestructuras y, cómo no, la economía.
“Podemos hacerlo. Los americanos lo han hecho antes. Algunos de nosotros tuvimos abuelos o padres que dijeron `quizás yo no pueda ir a la Universidad, pero mis hijos podrán; quizás yo no pueda tener mi propio negocio pero mis hijos podrán. Yo tendré que vivir de alquiler, pero mis hijos tendrán un hogar y podrán decir que es de ellos. Quizás yo no tenga mucho dinero pero tal vez mi hijo pueda postularse como candidato al Senado. Yo viviré en un pueblo pequeño pero quizás algún día mi hijo pueda ser presidente de los Estados Unidos de América´”. Por eso la gente se identifica con él. Lo siente cercano, preocupado por sus problemas. Por eso lo van a votar el 4 de noviembre, y por eso este history-making, como dicen aquí, se va a convertir en el primer presidente negro del país más poderoso del mundo. Estoy convencido. Ya nada podrá impedirlo.

4 comentarios:

Eric dijo...

Estoy de acuerdo, Obama es imparable y va a arrasar. Ojalá tuviéramos políticos de esa talla por aquí.

Anónimo dijo...

Estoy con vosotros. Sin lugar a dudas, Obama va a ser el próximo presidente de EE.UU. Si bien es cierto que sus discursos, su política, etc conecta más con el electorado norteamericano, la deficiente campaña de McCain-Palin, sobre todo de esta última, ha impulsado todavía más la candidatura de Obama.

Anónimo dijo...

Como periodista, no sabes ni lo que te envidio por haber ido a un mitin de un candidato a la presidencia que puede hacer historia. Mucho más que por haber estado en una casa que por fuera era igual que la del tío Phil, jajajaja.

Anónimo dijo...

En las pasadas elecciones, Kerry tenía una ventaja descomunal en los sondeos con Bush, pero al final no consiguió habitar la Casa Blanca. Las elecciones se ganan en las urnas, no en los sondeos ni en los mítines. Veremos a ver quién es al final el Presidente. Yo lo de Obama no lo diría muy alto (aunque lo prefiero, que conste). Además, la población americana es demasiado racista y los que apoyaban a Hillary tampoco creo que lo voten. Ha habido demasiada crispación en el seno demócrata.